EL CASO LAPA. La mentira en las crisis tiene patas cortas. Muy cortas.

Ayer un avión de Iberia debió regresar al aeropuerto de Tanger cuando un bandada de aves ingresó a una de sus turbinas. Los que somos argentinos lo recodamos bien. El presidente de LAPA, ante el accidente del avión con matrícula WRZ en Aeroparque, dijo con sonrisa nerviosa "Seguramente el accidente se debió a que una bandada de pájaros ingresó a una de sus turbinas". Mentir o especular en una crisis es el primer paso para la destrucción de la reputación de una empresa. Ni Lapa ni Gustavo Deustch estaban preparados para sobrevivir como empresa al momento de ocurrir la crisis que toda compañía aérea debe esperar como posible. También quedan muchas dudas -para muchos más que dudas es una realidad- que la compañía no hacía el mantenimiento necesario de sus aviones -la película Whisky Romeo Zulú muestra la opinión de un ex-piloto-. Falta de previsión, mentir, especular: un coctel explosivo.